Imagen destacada de la obra Señora de rojo sobre fondo gris

Señora de rojo sobre fondo gris: el desahogo de Delibes con José Sacristán representándolo

Poster de la obra Señora de rojo sobre fondo gris

José Sacristán, recientemente galardonado con el Goya de Honor a toda su carrera y uno de los mejores actores españoles, lleva tiempo de gira por los teatros del país con un soliloquio de nombre “Señora de rojo sobre fondo gris”, obra de uno de los grandes escritores de España, Miguel Delibes. El pasado 18 de febrero Sacristán (Chinchón, 1937 )llenó  prácticamente el teatro Serantes Kultur Aretoa de Santurtzi (Bizkaia) que se puso en pie en su totalidad al finalizar la representación para mostrar su satisfacción con la obra y la labor del actor.

Su voz, pidiendo al público apagar los teléfonos móviles (aún así algún asistente virtual hizo aparición espontánea haciendo algunas pausas del actor más largas, porque se ve que mucha gente desconoce el “modo silencioso” de los smartphones) y reducir las toses al mínimo (de estas hubo muchas, lo que reafirma la utilidad de las mascarillas) llenó la oscuridad del recinto rota por la iluminación de un austero escenario con poco mobiliario y un Sacristán vestido de forma casual que inició la narración de la historia en la esquina izquierda del escenario (visto desde la óptica del público).

“Señora de rojo sobre fondo gris” lo cuenta un pintor sin inspiración desde que el amor de su vida murió. Son retazos de una relación en un momento dado de la misma cuando la enfermedad de ella, de nombre Ana (cuya voz resuena con la voz en off de Mercedes Sampietro, va apareciendo y ella empieza a hablar de cuando no esté; mientras que él, Nicolás, da cuenta de las visitas al médico, sus intento de seguir pintando y el no querer creer que no haya posibilidad de curación para un tumor cerebral fulminante que va apagando poco a poco a su amada un otoño de 1975.

La historia de Ana y Nicolás la escribió Miguel Delibes (Valladolid, 1920-2010) sobre él mismo y su esposa Ángeles de Castro quien falleció en 1974 tras treinta y tres años de noviazgo y matrimonio con el escritor y siete hijos en común a los cincuenta y un años de edad. Al autor le sirvió como terapia, al parecer, para seguir adelante porque decía que los años con ella fueron los mejores. Eso sí, le costó publicar el libro diecisiete años y lo hizo como desahogo pero sobre todo porque pensaba que se lo debía a Ángeles. El título hace alusión al cuadro del mismo nombre pintado por Eduardo García de Benito en 1962 que es un retrato de la mujer de Delibes.

Es un drama con pocos momentos de distensión que José Sacristán interpreta de muy buena manera con esa voz que le caracteriza. No sé por qué había momentos en que la alzaba sin aparente razón, tal vez para enfatizar algunas de las partes del monólogo, aunque a mí me sirvieron para mantenerme más o menos despierta. Y es que la monotonía del texto, un relato sobre una enfermedad y lo que supone más para quien lo cuenta que para quien lo sufre, se me hizo cuesta arriba.

La actuación de José Sacristán está muy bien pero, obviamente, la historia a mí lejos de atraparme me causó aburrimiento. No siempre se acierta con lo que se ve, eso es verdad, pero esperaba un texto más entretenido. Desde luego que “Señora de rojo sobre fondo gris” no es para mí. Eso sí, muy bonito el homenaje final de José Sacristán y esa proyección sobre el fondo gris del escenario.

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