Mauro Larrea trabajó mucho, primero como minero y después como empresario de minas en México. Logró amasar una fortuna muy importante y aunque la desgracia le golpeó, su mujer falleció al dar a luz a su hijo Nico, no cejó en su empeño de lograr un gran futuro para sí mismo, su hija Mariana y el propio Nico. Corren los años sesenta de 1800, en el país vecino, Estados Unidos, están en plena Guerra de Secesión y en México, aunque las cosas estén más tranquilas, quienes tienen dinero tienen que cuidar bien las relaciones que hacen.
Con Mariana casada y Nico bien prometido con una mujer de familia adinerada, el futuro de los Larrea parece tener buenas perspectivas pero un acontecimiento inesperado dejará a Mauro en la más absoluta ruina debiendo volver a pedir ayuda a quien nunca pensó ver de nuevo, un usurero que se la tiene jurada. Mauro nos abe qué va a hacer pero tiene un plazo para ir logrando el dinero que le debe a su enemigo para que este no se quede con lo poco que le queda, su casa.
Acabará embarcado camino de Cuba donde se le presentarán dos opciones de negocio y acabará viendo la luz al final de túnel, al menos de momento, antes de embarcar de nuevo hacia otro destino, en el que su vida se cruzará con la de Soledad Montalvo, quien también tiene problemas varios relacionados con el dinero que debe solventar.
Tras «El tiempo entre costuras» y «Misión Olvido», María Dueñas (Puertollano, 1964) publicó «La Templanza», una novela que presenta a un hombre a quien ante los problemas que le surgen, lejos de achantarse decide seguir hacia delante y resolver sus problemas como pueda aprovechando su sentido común e inteligencia, así como las oportunidades que le salen para ayudar a otros ayudándose de paso a sí mismo.
Claro que cuesta mucho entrar en la historia y que nos importen las cosas que le suceden a nuestro protagonista porque, a pesar del buen hacer de Dueñas como escritora, esta novela es extremadamente descriptiva por lo que lejos de enganchar, se hace pesada desde, prácticamente, sus inicios. Tarda mucho en aparecer en ella, más de la mitad de la lectura, Soledad que se erige en coprotagonista por encima de otros personajes que aparecen a lo largo de las páginas de «La Templanza», y cuando lo hace no cesan las descripciones.
«La Templanza», tercera novela de María dueñas, nos presenta la historia de Mauro Larrea quien pierde su fortuna amasada en México en el negocio de las minas y debe buscarse la vida para no acabar perdiéndolo todo. La narración es tan descriptiva que cuesta leer la novela, por bien escrita que esté.
Hay intrigas varias, traiciones, valentía y superación además de algo de romanticismo, y cuando lo más interesante llega a la narración, el libro acaba. Si empiezo una lectura tengo que acabarla por norma general, me pasa lo mismo con las películas, aunque a veces la única forma de hacerlo es recurrir al «fast forward» o lo que yo llamo «jumping the page», pasando las páginas más rápido de lo normal. Así he terminado «La Templanza», si no, no hubiese habido manera de llegar al final de la historia de Mauro Larrea.
Tan bien escrito como aburrido. No me ha gustado.
Ficha de la edición:
»Título: La Templanza
»Autora: María Dueñas
»Idioma: Castellano
»Editorial: Booket (Planeta)
»Fecha de publicación original: 2015
»Fecha de publicación de la edición leída: 2021
»Cubierta: Tapa blanda
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